miércoles, 3 de junio de 2009

Semilla de mi vocación


La gran pregunta que nos hacemos en nuestra juventud es, ¿qué voy a estudiar?, por qué guio mi decisión, ¿Sera por la tasa de empleo que tendré al salir?, ¿Por cuánto será mi salario?, ¿o por vocación?. Muchos jóvenes se ven en el dilema, que les gustaría estudiar algo con lo que se sientan bien, pero curiosamente no saben cuál es su vocación. Afortunadamente desde bien chica supe cual era mi inclinación, el área de la salud.
Cuando tenía más o menos unos 12 años de edad, fui tía. Desde ese entonces tuve que convivir con un bebé a diario, fue en ese minuto cuando me di cuenta que mi gran pasión eran los niños, y desde ahí decidí buscar una carrera que llenara esas expectativas.
En un principio, mi primera opción fue Fonoaudiología, ya que mezclaba mi ramo favorito, que es la biología y mi interés por los niños. También así, como fonoaudióloga, desarrollaría una ayuda importante a niños que necesitan de este tipo de atención y que por asuntos monetarios no podrían acceder a el, pensaba que aparte de mi trabajo, ser fonoaudióloga seria mi diario vivir, y eso, me encantaba. Hasta que algo en mi cambio, durante el transcurso de mi secundaria me vi confundida, mi decisión, la que estaba tan firme y segura, ya no era así, dude de si era lo que me gustaba realmente, lo que supongo nos pasa a muchos, me paso a mí, no sabía que estudiar, y fue recién cuando estaba en segundo medio cuando me interesé a estudiar obstetricia. Recuerdo como comenzó, una vez en ese mismo año, cuando estábamos en la unidad de “sexualidad”, en biología, pude notar en mi, en ese momento, un interés distinto a cuando estudiaba algo de otra materia, al contrario de estas, me eran agradables y entretenidas, sobre todo por la curiosidad que sentía por conocer más sobre lo que es la sexualidad femenina, lo que implicaba conocerme a mi misma, saber sobre el embarazado, y todo lo que implica el cuidado con métodos anticonceptivos, etc. Mientras veíamos esa misma unidad, hubo un factor importante que me impulso a tomar este gran paso, fue la visita de una matrona, saber un poco lo que hacen, y la importante labor que tienen en cada ser que nace en esta tierra, me enamoro. En ese instante supe, que lo que cumplía todo lo que me gustaba era esta carrera.
En ese entonces descubrí que mi principal amor y servicio, eran los niños, los bebes pequeñitos, y el hecho de que una carrera me ofreciera verlos desde su primer día, ayudar en su nacimiento, o dedicarme a su cuidado durante su primer día, me emocionaba, me ponía ansiosa, me llenaba pensar en dedicarme a eso durante toda mi vida, y fue esa mi primera inclinación hacia esta carrera. Lo demás se dio solo, la semillita ya estaba.
Quisiera lograr un vinculo especial con la paciente, siendo un apoyo constante en el pre, durante y post parto.

... y esto recien comienza, el arbolito aun tiene que crecer!

2 comentarios:

  1. Que linda historia, espero que tu vocacion te permita desarrollarte plenamente como persona en tu vida. Larga vida y prosperidad.

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  2. oooh..
    me dio flojera leer todo...xD
    pero se que estudiaste esto porque de verdad lo sientes...además que ya hemos hablado de esto...
    te quiero amiga!...
    kisses&hugs

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